Lo que la lluvia permitió

Por Cesar Ceínos

El tiempo meteorológico de Carrión de los Condes no fue una excepción en la península ibérica y como en el resto del país, la lluvia hizo que se suspendieran y modificaran algunas procesiones programadas en los días centrales de la Semana Santa, aunque no sirvió para que decayera el fervor de los carrioneses, que, un año mas, salieron a la calle a ver y sentir la pasión y muerte de Cristo.

El Quinario en honor a la virgen de los Dolores, los Rosarios y las Santas Misas que se celebraron del once al quince de abril sirvieron para calentar los motores de la semana carrionesa, que despegaría el Domingo de Ramos con la «Procesión de la Entrada Triunfal de Jesús en Jerusalén». Desde la iglesia de Santa María, vecinos y foráneos con las palmas recién bendecidas acompañaban al paso procesional «La Borriquilla» hasta San Andrés, donde se celebró la misa solemne. Cuando termino, en la ermita de la Cruz, la Cofradía de la Vera Cruz subasto los brazos de los pasos que estaban libres. Lograron vender las cinco andas que no tenían dueño.

El Lunes Santo se dedicó íntegramente al Santo Cristo del Amparo. La Cofradía del mismo nombre organizó una misa en la iglesia parroquial de Santa María y una procesión en la que jóvenes del municipio portaron la imagen titular de la hermandad por varias calles del municipio. Antes de que éstos devolvieran la escultura a su lugar de origen, el pueblo de Carrión, muy devoto de este Cristo, le despidió con «La Peste», una canción en la que se agradece a la imagen que les librara de dicha infección en la Edad Media.

A algunos portadores no les dio tiempo ni a descansar el hombro, porque el día siguiente, el Martes Santo, tenia lugar la procesión del «Ecce Homo». Como todos los años, la Coral Carrionesa no faltó a su cita en el pórtico de Santiago para dedicar al «Cristo de los Azotes» y a la «Virgen Dolorosa» el «Miserere» y el «Stabat Mater». Les acompaño la cruz barroca de la Vera Cruz, que siempre es la primera talla en desfilar.

Esta era la primera de las tres grandes procesiones que desfilan hasta la Plaza de Santa María, aunque a la postre seria la única que llegaría hasta dicha plaza, ya que el buen tiempo empezaría a dar la espalda a la Semana Santa, y con ello comenzarían los cambios. El primero, el miércoles. El Vía crucis Penitencial que debía de recorrer los barrios de Carrión quedó en un acto en la Iglesia de San Andrés, donde se rezó con el Cristo Crucificado apoyado en unos bancos de la parroquia, resguardándole del agua que cayo durante la tarde-noche.

Pintaba parecido el cielo el jueves, pero la Cofradía de la Vera Cruz dio el visto bueno y la «Procesión de La Oración del Huerto» echó a andar. Cuando salieron los primeros pasos de la ermita de la Cruz, la Banda de Música de Carrión comenzó a interpretar los primeros compases de la procesión se oyó a un visitante que nadie quería que vinería: un trueno. Al ver que el cielo se ponía cada vez mas negro, los cofrades decidieron que la procesión diera la vuelta en la plaza de los Caídos para que las imágenes no se mojaran, pero no dio tiempo. Cuando la procesión estaba dando la vuelta para enfilar la calle Esteban Collantes, caía el diluvio y los portadores de los pasos tuvieron que correr para poner a buen recaudo a las esculturas. A la Virgen de los Dolores la improvisaron un chubasquero con un plástico, pero los niños que llevaban las horquillas y las mujeres con mantilla negra tuvieron que ponerse debajo de un alero para no calarse.

Pronto tocó despertarse de la cama el Viernes Santo, ya que el Sermón de las Siete Palabras estaba programado para las doce del mediodía. Ataviados los cofrades de todas las hermandades de Carrión con el sombrero y la capa castellana fueron a la Iglesia de San Andrés, y cuando el Sermón acabo, recorrieron Carrión visitando los monumentos de las iglesias y conventos.

Con el miedo de que lloviera en medio de la procesión, debatió la Cofradía de la Vera Cruz si salir el Viernes Santo o no. La procesión era a las nueve de la noche -media hora mas tarde que el jueves- y el cielo estaba algo mejor, pero no para tirar cohetes, por lo que la decisión fue difícil. Al final los cofrades autorizaron la salida de los diez pasos que formaban la «Procesión del Santo Entierro y Soledad de María», pero con cortapisas. El desfile sería solo hasta la Plaza de los Caídos y volvería a la ermita de la Cruz por calle Obispo Álvarez de Voz Mediano y Plaza de Belén, algo inusual en las procesiones de Semana Santa.

Con algo mas de quince minutos de retraso, comenzó la procesión. Primero, los estandartes de las Cofradías, a continuación el ochavín de la Vera Cruz con los niños vestidos para la ocasión y, posteriormente, las imágenes. Primero, los cinco que ya salieron el Jueves Santo: «Santa Vera Cruz», «La Oración en el Huerto» – imagen llevada por la Cofradía del Dulce Nombre de Jesús- , «Cristo de los Azotes», «Jesús Nazareno» y «Virgen de los Dolores».

Entre el paso de los Azotes y el Nazareno se situó la Banda de Cornetas y Tambores de la Cofradía de Nuestra Señora de las Angustias y la Soledad de León, que llamó la atención a todos los carrioneses y visitantes por estar integrada totalmente por mujeres, excepto uno. Esta banda ponía la música en la parte delantera de la procesión, mientras que la Banda de Música de Carrión, lo hacia en la parte trasera.

En esta parte se situaban los pasos que no salieron el día anterior: «Bendito Cristo Crucificado», que no pudo salir el miércoles en el Vía crucis, «Descendimiento», «Virgen de la Piedad», «Santo Sepulcro» y , por último, «Nuestra Señora de las Angustias», a la que cantaron en la plaza de San Andrés la salve popular. Cerraron la procesión las autoridades civiles, así como la Guardia Civil y varios párrocos.

A posteriori la decisión de acortar la procesión fue una verdadera pena, porque no llovió. Las personas que esperaban el paso de las imágenes en la plaza Mayor tuvieron que cambiar de lugar para verla, mientras los que viven , o simplemente paseaban por la plaza de Belén, se encontraron en sus narices todos los pasos procesionales. Con el recorte de calles, los portadores llegaron antes a la ermita de la Cruz, donde tomaron la colación -limonada y saladillas- ofrecida por la Cofradía de la Vera Cruz.

Después de la procesión del Viernes Santo, quedaban aún dos procesiones mas. El sábado santo volvió a desfilar la «Virgen de la Piedad» y el Domingo de Resurrección se celebró el esperado encuentro de la Virgen María y Jesús. El ayuntamiento fue testigo de excepción de dicho encuentro, en el que se rompió el velo a María y ambos recorrieron en procesión el trayecto entre la plaza Mayor y la Iglesia de San Andrés juntos, acompañados por las autoridades, los carrioneses y las mujeres, que en esta ocasión llevaron la mantilla blanca.

Por último, la Semana Santa se cerro ayer con el «Ángeles Somos», una tradición carrionesa en la que los monaquillos recorren las casas del pueblo pidiendo comida y dinero a cambio de la bendición de la vivienda.

Fotos: Cesar Ceínos

Homenaje a los dos fotoperiodistas muertos en Libia.

Por Ana Isabel Martín

Los fotógrafos de guerra Tim Hetherington y Chris Hondros que fallecieron el miércoles en Misrata han recibido un homenaje en la ciudad de Bengasi. Compañeros periodistas, miembros de la rebelión, diplomáticos y miembros de ONG´s participaron en la ceremonia.

Dos cámaras de fotos colocadas de forma simbólica presidieron el acto a la llegada de los cuerpos sin vida de los fotógrafos, que no fueron expuestos durante la ceremonia que se celebró en el hotel Tibesti de Bengasi.

Los dos fotógrafos fueron alcanzados el martes por un mortero en Misrata, ciudad asediada por las tropas del coronel Gadafi. Los dos cuerpos serán repatriados a su país de origen según han indicado los delegados de Estados Unidos y de Gran Bretaña.

Tim Hetherington era colaborador de la revista Vanity Fair y ganador del World Press Photo Award en el año 2007 por su trabajo fotográfico de los soldados estadounidenses en Afganistán. Realizó el documental «Restrepo» que fue designado para los Oscar.

Chris Hondros, de la agencia Getty, trabajó en los conflictos de Kosovo, Angola, Sierra Leona, Afganistán e Irak, por el que ganó en el año 2006 la Medalla de Oro Robert Capa, además de ser seleccionado para el premio Pulitzer.

La leona nos abre sus fauces

Por Vicente Sánchez


Palencia Baloncesto a por el playout

Por: Daniel de la Torre

En la cancha se enfrentaban ayer Ourense y Palencia, dos equipos que lucharon hasta el final por lograr la permanencia. Los orensanos debían ganar en el Marta Domínguez para no descender de forma directa. Y los palentinos con ganar se podían quitar el playout. Finalmente Palencia Baloncesto venció a Ourense (67-62) empujando a los gallegos a la Adecco Plata. Pero el equipo palentino disputará el playout contra Adepal Alcázar.

Los dos conjuntos salieron fuertes a pista, muy igualados en el primer cuarto. El marcador reflejaba un 17-17 tras el pitido de la bocina. Comenzaba el segundo cuarto con iniciativa de los gallegos, que se ponían por delante con una ventaja de seis puntos. Tras el tiempo muerto solicitado por Natxo Lezcano (6:12 para el final) los palentinos empataron el encuentro (26-26).

Tras la reanudación parecía que los gallegos podían con los locales, pero tras varias buenas defensas de los palentinos éstos acabaron el tercer cuarto con una ventaja de siete puntos (48-41). Mientras tanto la afición gallega (unos 150) seguía animando a su equipo para conseguir la victoria.

El último cuarto fue emocionante, con muchos cambios en el marcador. A 5:00 ganaban los locales (57-50) pero a 3:03 la victoria provisional era para los orensanos (57-58). Finalmente una antideportiva sobre Epi y varias canastas afortunadas de Tim Frost dejaron el marcador final en 67-62.

Ahora los palentinos deberán jugar el playout contra Adepal Alcázar, que perdió de paliza contra León. Se trata de una eliminatoria a cinco partidos que dará comienzo el próximo 29 en el pabellón Marta Domínguez. Lo bueno para los colegiales es que cuentan con la ventaja de campo.

Foto: Merche de la Fuente (El Norte de Castilla)

Enrique Meneses: «Vivir sin riesgo no es vivir»

Por: Vicente Sánchez

Escuchar la entrevista completa aquí: http://www.goear.com/listen/1248909/entrevista-enrique-meneses-

220 metros cuadrados abarrotados de historia. La casa de Enrique Meneses es estos días un caos. Parece un archivo histórico en proceso de desmantelamiento. En cierto modo lo es, ya que los montones de libros apilados en el suelo del salón y en otras dos habitaciones de la casa, y los negativos contenidos en otra, forman parte de la memoria que ha creado con su trabajo periodístico. Pero hay una explicación para todo este desorden.

Incansable promotor de ideas, se ha propuesto dar utilidad a todos esos libros y negativos. Hasta ahora estaban guardados pero en una acción altruista Meneses va crear una fundación en la que se venderán por la cantidad que los compradores quieran pagar. Son sesenta y tres años de dedicación y todo un legado de pruebas irrefutables de cómo han sido algunos de los acontecimientos más importantes de la historia de la segunda mitad del siglo XX. El dinero recaudado lo destinará a una subvención completa de un mes en el extranjero para que los talentos emergentes en fotografía puedan adquirir experiencia.

Pero este material no existiría si no fuera porque Meneses es un aventurero de pro. A pesar de que su padre “no quería que fuera periodista porque cualquier profesión era más rentable”, decidió abandonar sus estudios de derecho y prendió la mecha que aguardaba impaciente en su interior. Él quería ser periodista y comenzó a viajar como si le fuera la vida en ello. Y así era, puesto que él no concibe estar parado. Sentado en su sillón delante del ordenador dice que echa de menos “el no tener la libertad de movimientos, de poder ir a Libia y estar donde pasen las cosas”.

Para Meneses viajar y saber idiomas es fundamental. No hace más que repetirlo y lo mismo debió hacer con sus tres hijos porque todos hablan cuatro idiomas. “Es el espíritu que ha tenido toda la familia” y que ha tenido él “siempre”. Apuesta por el aprendizaje libre: salir al mundo y observarlo con tus propios ojos. Tomar decisiones y arriesgarse porque “vivir sin riesgo es no vivir”. “Éste es el dilema que la gente tiene que solucionar”.

Pensar así le ha llevado le ha llevado a trabajar como freelance la mayor parte de su vida. Las redacciones convencionales son para Meneses “como colegios”. Él nunca ha querido ser “un mandao”. “El señor Henry Ford inventó la cadena de montaje para construir coches y había un tío que solamente ponía puertas y se tiró 40 años poniendo puertas y otro volantes y otro ruedas…”. No cree que un periodista deba prepararse para hacer una actividad concreta, sino saber utilizar todas las tecnologías y soportes a su alcance. “Hasta que no salga un anuncio en un periódico que diga “buscamos plumífero” ese tío [el que sólo se haya preparado para escribir] no va a encontrar trabajo nunca”.


Su predilección por la búsqueda de temas candentes, su instinto aventurero y el hecho de que una mujer le abandonara en Cuba, hicieron que recalara en el grupo rebelde encabezado por Fidel Castro que llevó a cabo la Revolución. Estuvo con ellos cuatro meses que le sirvieron para hacer un reportaje que se convirtió en scoop, en una primicia internacional que dio un giro a su carrera. De allí obtuvo material que hoy circula por todo el mundo. “Es absurdo subir a Sierra Maestra y solamente escribir un texto. Tienes que hacer fotos, grabar, rodar una película, escribir un libro, dar conferencias, hacer exposiciones…”. El reportaje tuvo tanto éxito porque “los rebeldes secuestraron a Fangio, que era campeón de Formula 1. Es como si ahora secuestran a Alonso”.

Enrique es un hombre que sabe lo que es adaptarse a los cambios. “El Periodismo es una profesión de supervivientes”. Ahora hace periodismo sentado en el sillón de su casa con su blog y otras plataformas en Internet, pero con la misma esencia. “Lo que yo hago ahora es análisis, no he abandonado el periodismo. Yo no me jubilo. Además no creo que un periodista se deba jubilar.”


Por eso Meneses se ríe cuando le hablan de crisis. Para él, el periodismo es una profesión en crisis permanente. Siempre ha vivido con pocos recursos a pesar de que podía haber sido millonario, pero su padre no le dejó un centavo de herencia de Plata Meneses. Para más inri el destino quiso que naciera la misma semana en que estalló el crack bursátil del 29.

Ahora, insta a los jóvenes a “reavivar la aventura”. “Hay que reanimarla”, dice. Su enfermedad no le resta ni ápice de fuerza en la voz. Habla convencido y convence. Él no necesita “oxígeno para vivir”, como reza el título del documental que protagoniza. Le basta con seguir haciendo lo que más le gusta: periodismo.

Foto 1: http://www.futuropasado.com

Foto 2: Enrique Meneses

Foto 3: http://periodismoparaperiodistas.blogspot.com